Vacío sin cura
Alice era una niña
de 6 años a la que le gustaba jugar, comer dulces, pasear en su pequeño
triciclo y estar en compañía de sus padres los cuales la amaban con todo su
corazón, era su más grande tesoro.
Los padres de Alice
estaban planeando unas pequeñas vacaciones y para ello y tendrían que salir a
carretera.
En cuanto Alice se enteró
de ese paseo, entusiasmada corrió a toda velocidad con dirección a su cuarto y
comenzó a guardar sus cosas: ropa, zapatos, suéteres… en fin ella estaba muy
contenta a pesar de no saber lo que el destino les tenía preparado.
Por fin llego el día,
sus padres, acomodando el equipaje en el auto, Alice atenta al llamado de estos
para emprender el viaje.
MAMÁ: ¡Alice, mi
vida, ya sube las cosas al auto para que te subas y te pongas el cinturón!
ALICE: ¡Ya voy mami,
espérame un poquito casi termino de empacar!… -Gritaba Alice.
JAMES: Muy bien
familia es hora de partir, ¡todos a bordo!…
Los tres integrantes
de la linda y adorable familia salieron de su morada para ir al fantástico
mundo de “Disneylandia”, sin embargo los padres de Alice habían mantenido en
secreto el lugar de destino, como ella era muy curiosa no faltaba el día que
preguntara:
ALICE: Mamá, mamá,
¿A dónde vamos a ir de viaje?
MAMÁ: A un lugar fantástico
mi corazón.
ALICE: Pero dime a
donde mami, por favor.- Le insistía.
Alice ponía una
carita tan linda a la que su madre no se podía resistir y por poco le decía el
lugar de destino pero se contuvo y le dijo:
MAMA: Espera y se
paciente amorcito.
ALICE: Esta bien
mami.
Saliendo de la
ciudad hicieron una parada en una gasolinera, solo para cumplir un capricho de
la adorable niña. Terminaron y siguieron su camino.
JAMES: Alice,
¿quieres que te digamos a donde te vamos a llevar?
ALICE: ¡Sí! Claro
papi, dime por favor.- Suplicaba.
MAMÁ: Amor espera un
poco más, aún faltan varias horas por recorrer y es mejor no decirle a la niña
para que este mas emocionada.
JAMES: Esta bien
linda.
Con velocidad normal
y siguiendo su camino correcto, en un tramo de la carretera curva con un tramo
muy inclinado y asfalto resbaladizo, de repente, en la oscuridad, el padre de
Alice se percató de un extraño destello de luz a lo lejos, pensó que era una
luciérnaga o algo parecido pero por precaución tomo el volante con más fuerza
cuando… de la nada, apareció un tráiler a toda velocidad y se impactó con tal
ferocidad que volteo la camioneta en la que se transportaba la familia. Dando
volteretas colina abajo, rodando sin parar y derribando todo a su paso.
Por fin el vehículo
dejo de rodar gracias a un árbol que se encontraba en lo más profundo de ese
barranco.
Después de unos
minutos, despertó Merry la madre de Alice quien fue la menos afectada de ese
accidente. Aturdida por el ruido producido en las volteretas que dio el móvil,
miro para todos lados por ese instinto que una madre tiene ante la necesidad de
saber cómo estaba su hija.
Recorrió con la
mirada todo el lugar pero desgraciadamente no pudo encontrar a su hija, al
único que vio fue a su esposo bañado en sangre ya que este fue el primero en
recibir el impacto del choque.
MERRY: ¡Amor! ¡Mi
vida! ¿Pero qué paso?- Decía desconcertada.- y Alice, ¿Dónde está mi hija?
Los habitantes del
poblado en el que habían caído, atónitos ante la imagen de ese choque llamaron
a la ambulancia la cual llego bastante rápido y enseguida los paramédicos
atendieron a las víctimas. Vieron a Merry e inmediatamente corrieron a
ayudarla, la subieron a la camilla pero esta se resistía al no poder encontrar a
su hija.
MERRY: No me lleven,
por favor no, ¡necesito encontrar a mi hija!- Gritaba desesperadamente.
A pesar de su
resistencia lograron subirla a la ambulancia y se la llevaron al hospital más
cercano junto con su esposo quien aún seguía inconsciente.
Buscando por debajo
de los fierros del tráiler y la camioneta por fin encontraron a Alice, sin
embargo el estado en el que se encontraba no era nada bueno.
Sus piernas estaban
muy dañadas ya que fue aplastada por los fierros de la camioneta; rápidamente
la trasladaron al mismo hospital donde se encontraban sus padres.
Al llegar, los
paramédicos pedían a las personas que hicieran espacio para poder entrar al
quirófano, esto ya lo habían decidido pues en el camino la checaron y
necesitaba ser intervenida quirúrgicamente de inmediato.
Estando en la sala
de operaciones, los doctores se dan cuenta de que ambas piernas están
totalmente desechas y es necesario amputarlas. No sabían el paradero de sus
familiares para poder informarles lo que era necesario hacer.
Afortunadamente
pudieron saber que sus padres estaban en el piso siguiente atendiéndolos de
heridas graves más nada comparado con la
situación que vivía Alice.
En la operación todo
iba normal hasta que el doctor que la atendía tomo una herramienta equivocada e
hizo un mal uso de esta ocasionando convulsiones casi incontrolables; enseguida
los doctores que se encontraban en el quirófano tomaron aparatos especiales
para poder salvar su vida. Aplicaron
inyecciones con sustancias muy fuertes; le suministraron más suero, en fin
hicieron todo lo posible por rescatarla, sin embargo el trabajo fue hecho en
vano, Alice la pequeña y linda creatura de tan solo 6 años de edad había
muerto.
Sus padres aun no
sabían de esta triste y dolorosa noticia.
Merry fue la que se recuperó
más rápido y lo primero que hizo fue preguntar por su hija u su esposo.
MERRY: ¡Mi hija!
¿Dónde está mi hija? Enfermera dígame dónde está mi hija por favor.- Decía
desesperada.
ENFERMERA: Tranquila
señora no se ponga así le puede hacer daño.
James por fin pudo
despertar y asustado pregunto el paradero de su hija y su esposa, no le
contestaron y de angustia comenzó a llorar. Finalmente una enfermera lo llevo
con su esposa y les informo el estado de su hija.
MERRY: ¡Amor!
JAMES: ¡Mi vida!- Se
abrazaron.
Después de asimilar
lo ocurrido el doctor que había operado a Alice los interrumpió y les dijo.
DOCTOR: Señores,
disculpen la interrupción pero tengo algo muy importante que decirles.
JAMES: Si doctor
¿Cómo está nuestra hija?
MERRY: ¿Cómo está mi
hija doctor?- Preguntaron los padres.
DOCTOR: Miren, desde
el momento en el que llegó al hospital y le hicimos los chequeos
correspondientes supimos que se encontraba muy mal. Sus piernas fueron las
afectadas pues se encontraban debajo de todos los metales que quedaron después
del accidente, la intervenimos quirúrgicamente, todo iba perfecto pero en un
instante todo se complicó demasiado- En
ese momento el doctor sintió el
remordimiento más fuerte que nunca ya que en la operación no tomó la
herramienta correcta para que esa operación fuera todo un éxito y continuo
diciendo- su pulso y convulsiones fueron incontrolables en fin, hicimos todo lo
posible por salvarla pero desgraciadamente su hija murió…
MERRY: ¿Qué? ¿Pero
que está diciendo doctor? No puede ser verdad no mi hija no porque- Lloraba y
gritaba- usted la mató doctor ella
estaba bien yo sabía que saldría de la
operación ¡No! Usted la mató, la madre de Alice presentía la verdad, el doctor
había matado a su hija por un simple error del que se arrepentiría toda su
vida.
JAMES: No mi hija,
¿Pero porque ella?- Lloraba el padre sin poder encontrar consuelo, sin embargo
para darse un poco de fuerzas abrazó a su esposa y se unieron en ese profundo
sufrimiento que lamentablemente duraría para toda la vida.
DOCTOR: El cuerpo
está listo solo es cuestión de que firmen los papeles correspondientes para
poder trasportarlo a su lugar de destino, con permiso, les dijo a los padres.
Hicieron los
trámites correspondientes y después fueron a su casa a descansar.
En todo momento ya
fuera en la casa o en trabajo, James y Merry recordaron a Alice y por más que
quisieran disimularlo terminaban llorando y culpando a todo el mundo; Merry en
especial, culpaba al doctor. Años más tarde se descubrió lo dicho antes por la
madre, el doctor era culpable, el culpable de la muerte de su más grande tesoro
y estaba convencida de que se tendría que hacer justicia, condenar al doctor
como al trailero que se impactó con ellos.
Pasaron juicios,
tiempos aún más difíciles para los padres, pero todo valió la pena finalmente
se hizo justicia y condenaron al doctor diez años de cárcel al igual que el
trailero a quien se encontró en estado de ebriedad en el momento del choque.
Los años
transcurrieron muy lentamente para James y Merry; un día pensaron que ya habían
sufrido demasiado y que esos años se desperdiciaron totalmente, rehicieron su
vida una vez más dejando atrás las desgracias y amarguras.
Una mañana de
domingo Merry fue al baño, y enseguida despertó con impaciencia a su esposo
para darle una fantástica noticia.
MERY: ¡James!
¡Adivina!........... Dijo Merry
JAMES: ¿Pero qué
hora es? ¿Qué pasó cariño, porque me despertaste tan temprano, es domingo? Hay
que descansar.
MERRY: ¡Vamos a ser
padres amor! ¡Vamos a tener un hijo!
JAMES: ¿Qué?- Dijo asombrado ¿Pero qué dices? ¿Estas segura? Si, ¡seremos
padres!!- Decía mientras brincaba en la cama y besaba a su esposo.
Pasaron nueve lindos
meses hasta que por fin llegó el momento más esperado por todos...,¡El nacimiento
de un nuevo integrante de la familia! Toda la familia estaba muy entusiasmada y
nerviosa pues ya lo querían conocer.
ENFERMERA: Señor
James puede pasar a ver a su esposa y a su pequeño varoncito.
Rápidamente entró a
la habitación y se deslumbró ante la imagen que sus ojos percibían: su linda
esposa con su hermoso hijo en los brazos.
Caminó hacia ellos y
los besó con lágrimas en los ojos mas no eran lágrimas de tristeza como
anteriormente sucedió, al contrario eran de una alegría inmensa que no podía
contener.
MERRY: Mira, aquí
está nuestro pequeño ángel caído del cielo que nuestra Alice nos mandó.
JAMES: Es precioso.
Los padres, en esos
momentos difíciles pensarían que nunca podrían superar la pérdida de su hija y
que ese vacío jamás se llenaría por completo.
Pero a pesar de esta
se dieron cuenta que el nacimiento de Gabriel ocuparía un lugar muy especial al
igual que el que Alice había dejado en sus corazones.
YOCELYN DANIELA RUIZ RODRIGUEZ
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