“Me arregló”
Después de una vida de triunfos y
glorias siempre es bueno un descanso y quien mas se lo merece que yo un ser tan
insignificante que nadie voltea a ver ni por error sin saber que gracias a mi
triunfaron muchos humanos y nadie me da el crédito ni nadie me lo agradece.
Bueno, queridos ratones ustedes
son los únicos que tengo aquí así que les contare mi historia y por que dije lo
pasado.
Hace cientos de años yo era un
zapato muy feliz naci de el cuero de un cerdo y la piel de una vaca ya lo se
mis padres eran raros pero en fin, mi función en este mundo era hacer la vida
de los humanos mas cómoda, mi primer empleo lo tuve de zapato de bebe me
utilizaron para dar comodidad a Hércules hijo de Zeus. Conforme fue creciendo
Hércules fui creciendo yo hasta tomar la forma de una sandalia con la cual
junto a Hércules viví grandes batallas como la de Hidra, la del Mino tauro,
etc. En la batalla contra un ciclope con un rayo me rompió y caí desde aquel
monte cayendo desde una altura similar a la de el Everest pero afortunadamente
caí en una chosa de un tipo con una toga y una gran barba al verme tirado en el suelo me recogió me arregló y me
utilizo para su comodidad, como hace un momento me tiraron estaba tan feliz por
que la vida me dio otra oportunidad así que decidí hacer mi trabajo aun mejor y
me convertí en un zapato muy cómodo, al paso de los días me di cuenta que mi
humano era muy listo e inteligente tanto que fundó una escuela se llamaba algo
así de los “peripatéticos” (creo que su inteligencia me la debe a mi ya que le
di mucha comodidad a sus pies) al paso de los años se convirtió en alguien muy
famoso y ya todos lo conocían como “Aristóteles”.
Con el tiempo me fui desgastando
así que me echó a la basura, pensé que era mi fin pero un tipo mercante me
recogió y me llevó a un basar de donde me compró una señora muy amable que al instante de
estar en su casa me corto un poco me puso unas tiras de mas de cuero y listo me
sentía todo un joven me pintó de negro me puso un poco de grasa y me sentía
como de gala.
Al pasar la noche llegó un señor
mal encarado con el seño fruncido y con un bigote un tanto peculiar –tenia
solamente vello en el centro de la cara pero a los lados no-.
La señora que me arregló me
entrego al señor yo estaba tan asustado pero a pesar de eso no lo pude evitar,
el señor no mostró ni una mueca de felicidad pero a pesar de eso me acepto
guardándome en un closet junto a otros pares que extrañamente tenían un poco de
sangre los zapatos .
A la mañana siguiente se levantó
muy temprano tomó un traje negro y me tomo a mi, nos dirigimos a un lugar donde
estaban reunidas muchas personas con
trajes militares y un casco con punta mi humano se dirigió a el escenario que
estaba en una de las orillas de aquella plaza y empezó a dar un discurso. Al
termino de este pasaron muchos soldados enfrente de mi humano y lo saludaban de
una manera muy rara alzando su mano totalmente recto y cuando lo hacían
decían algo sobre algún “Fiurer “ la
verdad no se que decían, pero con el paso de el tiempo me sentía extraño como
con ira hacia algo , con odio cosa que yo jamás sentía así que trate de matar a
una cucaracha yo solo pero falle al meditarlo me di cuenta de que yo no era
así por lo que tomé la decisión de
marcharme a no se donde cuando un soldado con un casco verde y de este mismo
color su uniforme me recogió me llevó su avión y partimos a un nuevo lugar
“Norteamérica “por lo que decían los soldados cuando al fin llegamos me enteré
de que mi humano era un dictador muy malo y cruel al que se le atribuía las
muertes de muchos judíos .
Cuando al fin creí que descansaría
aquel soldado me arregló me puso en sus
olorosos pies y partimos a una casa un tanto extraña que se situaba a los
alrededores de un poblado que los humanos llamaban Alabama en ese lugar
“Norteamérica”.
Cuando llegamos a ese poblado el
soldado me entregó a un niño con unos aparatos en las piernas y de primer vista
un poco tonto aquel niño me trataba muy bien me voleaba, me ponía un poco de
grasa y me cepillaba cada noche. Un día unos niños lo estaban molestando
aventándole piedras e insultarlo así que no dejé que eso continuara e hice que
corriera con todas sus fuerzas. Fue tal la hazaña que alcanzo aquel niño que
decidieron hacerle una película que por diversas razones actué también yo y por
fin tenia un poco de fama.
Después de eso me convirtieron los
humanos en un zapato deportivo con una palomita azul a mi costado me veía
estupendo, no entiendo por que pero en cada tienda había uno como yo en cada
zapatería estaba yo en cada comercial estaba yo hasta que un día salió otro
como yo pero un poco mas dinámico y con un mejor estilo pasando yo de moda.
No le importaba a nadie y ya nadie
me volteaba a ver ni me lavaba mi humano ni nada solamente era un zapato mas.
El actor de la película en la que participe me regalo a un par de vagos
terminando así mi carrera y por lo tanto mi vida
OSCAR VARELA MARTINEZ.
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