martes, 11 de diciembre de 2012

Me arregló




                           “Me arregló”
Después de una vida de triunfos y glorias siempre es bueno un descanso y quien mas se lo merece que yo un ser tan insignificante que nadie voltea a ver ni por error sin saber que gracias a mi triunfaron muchos humanos y nadie me da el crédito ni nadie me lo agradece.
Bueno, queridos ratones ustedes son los únicos que tengo aquí así que les contare mi historia y por que dije lo pasado.
Hace cientos de años yo era un zapato muy feliz naci de el cuero de un cerdo y la piel de una vaca ya lo se mis padres eran raros pero en fin, mi función en este mundo era hacer la vida de los humanos mas cómoda, mi primer empleo lo tuve de zapato de bebe me utilizaron para dar comodidad a Hércules hijo de Zeus. Conforme fue creciendo Hércules fui creciendo yo hasta tomar la forma de una sandalia con la cual junto a Hércules viví grandes batallas como la de Hidra, la del Mino tauro, etc. En la batalla contra un ciclope con un rayo me rompió y caí desde aquel monte cayendo desde una altura similar a la de el Everest pero afortunadamente caí en una chosa de un tipo con una toga y una gran barba al verme  tirado en el suelo me recogió me arregló y me utilizo para su comodidad, como hace un momento me tiraron estaba tan feliz por que la vida me dio otra oportunidad así que decidí hacer mi trabajo aun mejor y me convertí en un zapato muy cómodo, al paso de los días me di cuenta que mi humano era muy listo e inteligente tanto que fundó una escuela se llamaba algo así de los “peripatéticos” (creo que su inteligencia me la debe a mi ya que le di mucha comodidad a sus pies) al paso de los años se convirtió en alguien muy famoso y ya todos lo conocían como “Aristóteles”.
Con el tiempo me fui desgastando así que me echó a la basura, pensé que era mi fin pero un tipo mercante me recogió y me llevó a un basar de donde me compró  una señora muy amable que al instante de estar en su casa me corto un poco me puso unas tiras de mas de cuero y listo me sentía todo un joven me pintó de negro me puso un poco de grasa y me sentía como de gala.
Al pasar la noche llegó un señor mal encarado con el seño fruncido y con un bigote un tanto peculiar –tenia solamente vello en el centro de la cara pero a los lados no-.
La señora que me arregló me entrego al señor yo estaba tan asustado pero a pesar de eso no lo pude evitar, el señor no mostró ni una mueca de felicidad pero a pesar de eso me acepto guardándome en un closet junto a otros pares que extrañamente tenían un poco de sangre los zapatos .
A la mañana siguiente se levantó muy temprano tomó un traje negro y me tomo a mi, nos dirigimos a un lugar donde estaban  reunidas muchas personas con trajes militares y un casco con punta mi humano se dirigió a el escenario que estaba en una de las orillas de aquella plaza y empezó a dar un discurso. Al termino de este pasaron muchos soldados enfrente de mi humano y lo saludaban de una manera muy rara alzando su mano totalmente recto y cuando lo hacían decían  algo sobre algún “Fiurer “ la verdad no se que decían, pero con el paso de el tiempo me sentía extraño como con ira hacia algo , con odio cosa que yo jamás sentía así que trate de matar a una cucaracha yo solo pero falle al meditarlo me di cuenta de que yo no era así  por lo que tomé la decisión de marcharme a no se donde cuando un soldado con un casco verde y de este mismo color su uniforme me recogió me llevó su avión y partimos a un nuevo lugar “Norteamérica “por lo que decían los soldados cuando al fin llegamos me enteré de que mi humano era un dictador muy malo y cruel al que se le atribuía las muertes de muchos judíos .
Cuando al fin creí que descansaría aquel soldado me arregló  me puso en sus olorosos pies y partimos a una casa un tanto extraña que se situaba a los alrededores de un poblado que los humanos llamaban Alabama en ese lugar “Norteamérica”.
Cuando llegamos a ese poblado el soldado me entregó a un niño con unos aparatos en las piernas y de primer vista un poco tonto aquel niño me trataba muy bien me voleaba, me ponía un poco de grasa y me cepillaba cada noche. Un día unos niños lo estaban molestando aventándole piedras e insultarlo así que no dejé que eso continuara e hice que corriera con todas sus fuerzas. Fue tal la hazaña que alcanzo aquel niño que decidieron hacerle una película que por diversas razones actué también yo y por fin tenia un poco de fama.
Después de eso me convirtieron los humanos en un zapato deportivo con una palomita azul a mi costado me veía estupendo, no entiendo por que pero en cada tienda había uno como yo en cada zapatería estaba yo en cada comercial estaba yo hasta que un día salió otro como yo pero un poco mas dinámico y con un mejor estilo pasando yo de moda.
No le importaba a nadie y ya nadie me volteaba a ver ni me lavaba mi humano ni nada solamente era un zapato mas. El actor de la película en la que participe me regalo a un par de vagos terminando así mi carrera y por lo tanto mi vida

OSCAR VARELA MARTINEZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario