martes, 11 de diciembre de 2012

Roberto y el Narcotrafico


             Roberto y el Narcotráfico.
Había una vez un muchacho que quería ayudar económicamente a su familia                         ya que su padre había muerto por medio de la delincuencia en su estado. Un día salió Roberto, el muchacho, a buscar trabajo y le pidió ayuda a su mejor amigo Emiliano llegaron los dos a una pizzería y pidieron informes sobre el trabajo y le dijeron que no ganaban mucho dinero. Él pensó que con tan poquito dinero no podría salir adelante, el jefe decidió ofrecerle otro trabajo, se fueron en el automóvil  que era del jefe y al llegar a su destino vio que había muchos jóvenes y mujeres con armas y que eran prostituidos, el muchacho salió del auto y les dijo que podía hacer para formar parte de ese trabajo, y solo le dijeron que ese trabajo era de repartir droga  a las persona s que se lo pidieran le pagarían $30,000 por cada paquete de droga, el acepto y le dijeron que era BIENVENIDO. Años después su mamá vio que tenía mucho dinero y su mamá empezó a sospechar. Un día se dirigió al muchacho y le pregunto que en que trabajaba y el muchacho le contesto que era narcotraficante y la mamá  le dijo que si no dejaba ese trabajo lo iba a denunciar, el muchacho le pego y le dijo a su mamá que si lo denunciaba se las iba a cobrar con su familia la mamá asustada y llorando fue a denunciarlo. A la mañana siguiente el muchacho se entero que su mamá le levanto una denuncia y fue a buscarla. Al encontrarla le pego y de tantos golpes la mató. El muchacho solo pensaba en el dinero ya que se le había hecho un vicio, pero años después quiso salirse de ese trabajo el cual ya no pudo. Lo golpearon todos sus compañeros de trabajo, y el muchacho lloro y se puso a pensar (porque no le obedecí a mi madre, porque hice todo esto ahora me arrepiento de todo lo que he hecho y ahora me toca a mi pagar todo el daño ahora es demasiado tarde). Después cuando lo mandaron a entregar otro paquete de droga el mismo fue a entregarse a las autoridades y denuncio a sus demás compañeros y les dieron pena de muerte por los delitos que habían cometido. El muchacho nunca volvió a dormir, a vivir tranquilo y años después murió en la cárcel.   

ANDREA MONTSERRAT FLORES HUERTA.

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